Adaptive-Sync es una tecnología de visualización común implementada específicamente en monitores de juegos. Las empresas y la comunidad de jugadores a menudo ven esto como una ventaja para la experiencia de juego en general.
Pero no es tan fácil entender el concepto real de la tecnología bajo la capa de jerga de diferentes frecuencias de actualización, límites/caídas de fotogramas, latencia de entrada, tartamudeo, desgarro de pantalla, etc. Por lo tanto, habilitar o deshabilitar sigue siendo confuso para muchos jugadores.
Este artículo intenta abordar qué es exactamente la sincronización adaptativa, cómo es compatible con su juego y si debe activarse o desactivarse.
¿Qué es la sincronización adaptativa?
La sincronización adaptativa es un protocolo estándar para que las tecnologías de visualización se sincronicen con las velocidades de fotogramas de entrada. Proporciona un marco libre de regalías para que las pantallas cambien entre un rango de frecuencias de actualización según el contenido que se muestra. La tecnología promete superar los artefactos visuales y ayudar a comercializar (incluso estandarizar) las frecuencias de actualización variables (VRR) en los monitores.
Originalmente desarrollado y regulado por VESA (Visual Electronics Standards Association), Adaptive Sync está disponible de forma gratuita para sus empresas miembros. Y en base a esto, empresas como AMD, NVIDIA, etc. han actualizado la tecnología de sincronización adaptativa para que funcione de manera óptima con las GPU.
¿Cómo ayuda Adaptive Sync a que las imágenes sean más fluidas?
Antes de decidir si usar o no la sincronización adaptativa, es importante comprender cómo se sincroniza la sincronización adaptativa con la pantalla. Entonces, comencemos con la función de la pantalla.
Algo que aparece en su pantalla es una serie de cuadros/imágenes que se mueven o actualizan. La velocidad a la que un monitor puede actualizar los fotogramas mostrados se denomina frecuencia de actualización del monitor. En otras palabras, una frecuencia de actualización de 30 Hz en un monitor significa que puede cambiar 30 cuadros/imágenes en la pantalla en un segundo.
Pero el contenido que muestra un monitor tiene su propia velocidad de fotogramas. Los videos pueden tener una velocidad de reproducción de 60 fps, lo que significa que debe mostrar 60 cuadros por segundo. Y para los juegos, una GPU muestra fotogramas en tiempo real, que pueden variar enormemente según el juego, la escena en él y la capacidad de la propia GPU.
La diferencia en la frecuencia de actualización del monitor y el contenido de fps provoca varios artefactos visuales, como el desgarro y el tartamudeo de la pantalla. Cuando los fps superan la frecuencia de actualización, el monitor muestra dos fotogramas a la vez, con un corte de recorte fuerte conocido como desgarro de pantalla.
Para lidiar con esto, Nvidia ideó V-Sync (sincronización vertical), que limita la GPU para hacer coincidir las frecuencias de visualización con la frecuencia de actualización. Pero a los jugadores les cuesta una mayor latencia de entrada, ya que la GPU ya no generará fotogramas que excedan la frecuencia de actualización, independientemente de la entrada del usuario. Posteriormente, V-Sync se mejoró y reemplazó por Nvidia como Fast Sync para reducir la latencia de entrada.
Las técnicas de sincronización como V-Sync y Fast Sync funcionan bien para videos y velocidades de cuadro constantes. Pero como se mencionó, las velocidades de cuadro no son consistentes en absoluto cuando se juega. Las escenas prerenderizadas simples o parcialmente se renderizarían rápidamente. Pero en el caso de una escena 3D compuesta por una mayor cantidad de polígonos, la GPU tarda en renderizarla.
A medida que disminuye el FPS, el monitor se congela en algunos cuadros o muestra un solo cuadro varias veces para que coincida con la frecuencia de actualización, lo que provoca tartamudeos. Y la sincronización adaptativa es la tecnología que se desarrolló para resolver estos problemas tan diferentes. Permite a las empresas crear anuncios que cambian las frecuencias de actualización.
Ahora, un monitor potente puede mantener una frecuencia de actualización de acuerdo con la frecuencia de visualización dictada por la GPU y cambiar en consecuencia durante la variación. Esto evita el tartamudeo a fps más bajos y ahorra energía al ajustar las frecuencias de actualización mínimas en las imágenes fijas.
¿Debería activar o desactivar la sincronización adaptativa?
Adaptive Sync reduce la latencia de entrada significativamente más que las tecnologías de sincronización tradicionales, pero no la elimina por completo. Esto significa que la latencia de entrada a veces puede notarse en juegos competitivos en los que cuenta incluso medio milisegundo.
Por lo tanto, puede activar la función mientras la usa para reproducir videos y jugar juegos de alta gama con un juego visualmente intenso. También funcionaría bien con aceleradores de flujo óptico y rellenos de vacíos verticales basados en IA.
Si la frecuencia de actualización óptima de un monitor se maximiza constantemente mediante FPS (posiblemente con GPU potentes), Adaptive Sync no sirve de nada. En tales casos, muchos juegos ofrecen configuraciones para limitar el número máximo de fotogramas que se muestran. Limitar los fps en algún lugar cerca de la frecuencia de actualización evita el problema de exceso de fps. Y luego, habilitar la sincronización adaptativa ayudaría a hacer coincidir el FPS con la frecuencia de actualización durante las caídas de FPS.
Sincronización gratuita y G-Sync
Free Sync es una tecnología de software de sincronización adaptativa diseñada para usar el controlador de frecuencia de actualización en pantallas para modos de ahorro de energía. Originalmente basado en Displayport 1.2a, luego se expandió a otros puertos como HDMI. La tecnología es desarrollada y mantenida por AMD y es una tecnología de uso gratuito.
La sincronización mejorada de AMD, cuando está habilitada, desactiva V-Sync y Fast Sync de Nvidia cuando los fps caen por debajo de la frecuencia de actualización. Ahí es cuando entra en juego Free-Sync para manejar el contraste entre fps y frecuencia de actualización.
Nvidia G-Sync es un módulo de hardware integrado integrado en el monitor combinado con una solución de software integrada que ajusta las frecuencias de actualización para que coincidan con las frecuencias de cuadro. La tecnología solo es compatible con monitores que tienen el propio hardware de Nvidia combinado en su pantalla.
Pero incluso con un módulo G-Sync, en el caso de que el FPS de la GPU supere las velocidades de fotogramas, el uso de Fast Sync ayudaría a mantener los dos sincronizados.
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